Iniciado un nuevo septiembre, con calima y neblinas matinales, casi en el otoño, nuestro interior vuelve a anhelar ascender a las cumbres, descubrir múltiples de los rincones más insospechados de la montaña, divisar horizontes y empaparnos del oxígeno que las zonas más altas de la montaña nos ofrecen.
El objetivo de esta excursión – una de las favoritas de muchos senderistas - es coronar dos de tres picos de la vertiente Este de Cuerda Larga: La Najarra y Bailanderos.
La marcha comienza en el párking del Puerto de La Morcuera; nada más llegar ya encontramos un gran mojón con la siguiente inscripción: Sierra del Guadarrama, Parque Nacional ,Puerta de la Cuerda larga. A escasos pasos - por la PR-11 - divisamos la primera señal que indica el pico de La Najarra. Tras hacer una subida, saliéndonos de la valla (senda que suelen hacer la mayor parte de los senderistas), entre piornos - sin un camino señalizado- se llega hasta un extenso prado donde aparece otra señal que indica el pico de La Najarra a 1,5 km y la loma de Bailanderos a 3,8km.
La
Najarra, con 2.120 m, se alza como última prominencia de 132 m en la
zona más oriental de la Cuerda Larga.
Es de las sendas más fáciles de ascender en la Sierra
de Guadarrama.
Aquí el buitre y la cabra montesa son los animales que más
proliferan
En esta cima realizamos el primer descanso. Tras la parada, visitas a vértice, miradores próximos y
fotos de rigor proseguimos por zonas altas para ir descendiendo hasta
encontrarnos con el Refugio de la Najarra.
A pesar de estar muy deteriorado por el paso del tiempo, observamos que está limpio, poco cuidado - una pena - dado el lugar donde se encuentra y en ocasiones, tal vez, valiosísimo en casos de emergencia.
Desde
el refugio al paredón es todo bajada y tendremos que pasar una
pequeña pedrera hasta el peñón. Dicho peñón sería el punto de
bifurcación para nuestra vuelta de haber realizado la ruta según se planificó.
Tras un pequeño collado empezamos la subida hacia Bailanderos; a pesar de no estar muy marcada la senda no hay problema, basta con seguir la PR-11.
El origen del nombre del pico y la loma, «Bailanderos«, guarda relación con los grandes bloques rocosos que cubren la cima del pico y su arista SO que, al no apoyarse firmemente unos con otros, se balancean ligeramente con el simple peso de una persona. Los pastores que recorrían la sierra en busca de pasto tenían la sensación de «bailar» al saltar de uno a otro y por eso le llamaron así. La cara norte de Bailanderos vierte sus aguas a la zona alta del Valle del Lozoya, mientras que su vertiente sur asoma a la Hoya o Hueco de San Blas.
Habiendo realizado la marcha despacio, disfrutando de los múltiples rincones que nos ofrece esta sierra y siendo la hora de comer, buscamos - descendiendo de la cima- algún lugar que nos proteja del viento y nos permita disfrutar de la comida y compañía del grupo con el que realizamos la aventura.
Ante la opción de retornar por el mismo lugar - con las dificultades de las diferentes pedreras que habíamos sorteado, decidimos realizar la vuelta por otro lugar que no se había planteado - a media ladera de la montaña - en zonas más bajas-
FOTOS.
Tipo de firme : Parte parte sendas bien señalizadas y otra parte improvisando campo a través.
Distancia total: 13,46 km.
Dificultad. Moderada.
Nivel: Medio, es necesario tener una mínima forma física.
Ascenso total: 666m
Descenso total: 661 m.
Altura máxima: 2.120 m.
Altura mínima: 1796 m.
Tiempo total: 7h49m.
Tiempo en movimiento: 4h 10 m.
Agua : No hay fuentes en la ruta.
Señalización : alternando track , sendas y campo a través
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