“El éxito es la capacidad de ir de un fracaso a otro sin perder entusiasmo.”
Winston Churchill.
Pasado el ecuador de febrero, lentamente, comienza a insinuarse la primavera; se prolongan las horas de luz, se suaviza el clima , reverdece el campo y múltiples notas de alegría brotan transformando la sobriedad del invierno.
Hoy, atendiendo a la propuesta de Goyo, nos acercamos a Garganta de los Montes , población situada en el extremo noroeste de la Comunidad de Madrid que constituye una puerta y balcón de entrada al valle Alto del Lozoya, uno de los rincones más especiales y bellos de la Sierra de Guadarrama.
La ruta se inicia en el aparcamiento de Garganta de los Montes; nada más salir a la izquierda nace una pista forestal que nos muestra en la distancia la meta conseguir: Mondalindo y Peñas Negras lugares prodigiosos que nos permitirán percibir la belleza del valle..
A escasa distancia del pueblo, sin dejar la pista forestal, a nuestra izquierda, hay un camino en el que se ha colocado un paso canadiense junto a una portezuela: estamos en el área recreativa Nava de la Virgen donde se puede visitar la Ermita de Nuestra señora de los Prados. Ermita que gozó de gran devoción en el pasado.
Esta Ermita, de nueva construcción, tiene un origen histórico y es de gran valor para los vecinos. Se pudo levantar gracias a las aportaciones de los fieles y donaciones, inaugurándose en 1998.
La gran devoción hacia esta Virgen se remonta a los supuestos milagros que acontecieron en Garganta en los años en los que la peste bubónica se cebó con sus vecinos: según la leyenda, la terrible epidemia abandonó el pueblo dos meses antes que en el resto de la comarca.
La actual Ermita se encuentra en el lugar donde se asentaba la anterior en honor a la Virgen de los Prados, del siglo XVII, desaparecida a principios del XIX. Su construcción ha recuperado tradiciones como la Romería de la Virgen de los Prados.
Continuamos nuestro ascenso, una vez abandonada la ermita, pasamos junto al embalse de Los Lindes , que este año, gracias a un otoño e invierno con importantes lluvias, podría decirse que se encuentra en su mejor momento.
Siguiendo la pista nos adentramos en un denso pinar; en este acometemos una sucesión de zetas que, en ocasiones, atrochamos ladera arriba; en la medida que ganamos altura mejora la vista del valle.
La pista se termina súbitamente a una altitud importante, dejándonos al pie del cordal y frente al Pico Mondalindo. La ascensión al cordal la hacemos campo a través entre piornos; una vez allí el viento comienza a tomar todo el protagonismo; En determinados momentos gana en intensidad y nos hace pasar, a veces, complicadas y otras divertidas situaciones. A pesar del viento, conseguimos llegar al pico de Mondalindo, donde tal era la intensidad del viento, que apenas paramos.
Continuamos ahora en dirección a la Peña Negra (1.837 m.), coronada por varios repetidores, que dista apenas kilómetro y medio de donde estamos. Es un tramo en el que se desciende unos cincuenta metros para luego volver a ganarlos. Las vistas en cualquier dirección son fabulosas. En la cumbre han instalado un banco de piedra .
Iniciamos el descenso siguiendo la senda, paramos un momento en la zona conocida como El Pelado, sobre los 1600 m de altitud, donde obtendremos unas vistas panorámicas formidables del entorno de la sierra de la Cabrera.
Abandonamos la pista para bajar por un ancho y empinado cortafuegos (tramos de pendiente del 35-40%). Para no resbalar, en ocasiones seguimos paralelos al cortafuegos por el pinar de su izquierda.
Finalmente, llegamos a cruzarnos con una pista que tomamos a la derecha, para inmediatamente girar a la izquierda y así llegar a la zona de El Plantío, abandonamos de nuevo la pista para descender por una cañada pegada a un muro que nos llevará al punto de partida; según bajamos seguimos disfrutando de unas fantásticas vistas de Garganta de los Montes.
Ya en Garganta, llama la atención las numerosas figuras que encontramos de un Gallo que hay repartidas por el pueblo. El símbolo del Gallo, que figura en el escudo municipal de Garganta de los Montes es un animal cuya simbología posee diversos significados. En la tradición cristiana, se convierte en símbolo de la resurrección; durante la Edad Media el gallo era el símbolo del predicador que despierta a los adormecidos.
El
Gallo representa el sentido de la fidelidad, exaltación del coraje,
valor y perseverancia, del ojo avizor, del despertar, de tutela, de
entrega de lucha y vigilancia. De hecho esta población hace entrega
de los premios "Gallo" a diferentes colectivos y personas
que se hacen merecedor de él.
Historia de Garganta de los Montes.
El origen histórico de Garganta de los Montes hay que buscarlo en la Edad Media, hacia los siglos XIV y XV, cuando apenas un centenar de pastores y sus familias se instalaron siguiendo las políticas de repoblación en esta zona de la sierra.
Durante los dos siguientes siglos la población de Garganta crece, gracias sobre todo a la explotación ganadera –especialmente de la oveja merina- y, en menor medida, a sus cultivos de lino y cereales. De hecho en esa época se construyeron dos molinos harineros, uno en el arroyo Tejera y otro, más importante, en el río Lozoya. El pueblo mantiene entonces una relación de dependencia feudal –fiscal, jurídica y económica- hacia el Duque del Infantado, dueño del señorío de Buitrago, lo que determina su desarrollo.
Una
de las fechas más trágicas de Garganta fue la de 1599, cuando la
conocida como “peste bubónica” provocó una gran mortalidad
tanto en Garganta como en los pueblos de su entorno, de tal forma que
algunos se vieron abocados a su desaparición. Pero con el paso de
los años Garganta se fue recuperando y volvió a gozar de buena
salud demográfica y económica.
Garganta de los Montes perteneció
a Guadalajara hasta 1833, año en que empezó a depender de Madrid. A
mediados del siglo XIX el pueblo contaba con una escuela, la iglesia,
el cementerio e incluso una cárcel. A la tradicional cabaña
ganadera y labor agrícola se sumaron los artesanos y jornaleros, que
entre otros lugares trabajaron en una mina de cobre, ya abandonada,
en “La Horcajada”. En los últimos años, la actividad cinegética
y de pesca, el ecoturismo y el turismo rural han dado un nuevo giro a
la vida de Garganta de los Montes, convirtiendo al municipio en uno
de los más atractivos y preservados de la Sierra Norte de Madrid.
- Zona. Valle del Lozoya – Sierra de Guadarrama.
- Dificultad. Moderada.
- Circular.
- Desnivel acumulado subida. 811 m.
- Longitud. 18,1 km.
- Duración en movimiento. 4 h. 23 m.
- Altura máxima. 1831.
- Altura mínima. 1.123
Más información sobre Garganta.
Fuente: https://www.gargantadelosmontes.es
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