"Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla".
R. W. Emerson.
Acantilados, fajas, cascadas (las Gradas de Soaso), y
exuberante vegetación –bosques de pinos, abetos, hayas (el Bosque de las Hayas
es de una belleza extraordinaria durante el otoño), pradera alpina…–, y al
final del trayecto…. la Cola del Caballo – ahora, ya finalizando el verano arroja una
escasa cantidad de agua.
Hay quienes aconsejan que se visite en el esplendor del otoño
y otros a finales de junio y principios de julio; donde se encargan las flores de pintar de
forma multicolor el manto alpino del fondo del valle.
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