En el ocaso de un muy caluroso final de junio, con el encanto de las últimas flores de la primavera asisto a un bello paseo en un lugar singular.
En la vertiente Oeste del Pico cebollera, existe una
dehesa boyal que guarda una de las reliquias botánicas que aún nos
quedan en la región de épocas glaciares. Está considerado como uno
de los bosques más hermosos de la Comunidad de Madrid, ya que su
enorme variedad: acebos, robles, cerezos, avellanos, servales y,
sobre todo abedules, hacen de este un lugar espectacular, más si
cabe cuando llega el otoño y los contrastes entre las diferentes
especies se hacen más patentes.
El camino desemboca en una pista a la que nos
incorporamos, hacia la izquierda (Noroeste). El camino nos conduce a
la Fuentefría. Cerca de esta podemos ver un abedul con el tronco
horizontal. El camino ahora, un poco desdibujado, baja hasta un
bonito mirador, donde se nos muestra una magnifica panorámica de la
Dehesa. Volvemos a dirigirnos hacia la fuente, y esta vez nos
dirigimos hacia la izquierda, buscando el arroyo, para cruzarlo y
bajar por su margen derecha. El camino es imperceptible, seguimos el
rio hasta que este vuelve a aparecer, y nos incorporamos a él
hasta llegar al cruce del inicio.
- Horario: : Entre 2,30 y 3,30 horas.
- Longitud: 9 kilómetros, ida y vuelta.
- Desnivel:110 metros positivos (Somosierra, 1.440 metros, Dehesa boyal, 1.550 metros).
- Recorrido:Ruta circular.
- Dificultad: Excursión sin dificultades, que discurre por pistas forestales y caminos bien señalizados.
- Material: Botas de montaña, ropa de abrigo y protección solar.
- Recomendaciones: Evitar con tiempo inestable y con niebla. Excursión recomendable para realizar con niños.
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