"Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena" Ingmar Bergman.
- Datos técnicos.
- Situación. Sierra de Ayllón. Valverde de los Arroyos.Guadalajara.
- Cómo llegar. Desde Madrid por carretera N. 1, Desvío Torrelaguna, Uceda, Cubillo de Uceda.. y otras carreteras secundarias.
- Longitud: 15 km, aproximadamente.
Altitud máxima: 2048 m.
Altitud mínima. 1254 m. - Desnivel: 950 metros.
Duración. 4:26 horas aproximadamente. - Dificultad: Ruta larga sin dificultades técnicas; discurre por sendas fáciles de andar.
Dejando tras nuestros pasos Valverde de los Arroyos; pronto, una senda surcada por una tubería que abastece de agua la frondosa huerta de los oriundos del lugar, encontramos una bifurcación con explicitas informaciones; Cascada de Despeñalagua ( Las Chorreras) a la izquierda y Pico del Ocejón, a la derecha.
La generosidad de una primavera lluviosa, acrecienta nuestro interés por visitar la Cascada de Despeñalagua, formada por un cortado vertical del terreno (120m.) y que forma un valle por donde discurre, cegado por la densa vegetación, el arroyo de la Chorrera, afluente del río Sorbe. El salto de Despeñalagua se debe a un resalte en el terreno debido a la presencia de unas cuarcitas que generan un tremendo "escalón" en la ladera de la montaña. La erosión diferencial ha provocado un accidente natural de singular belleza, las pizarras son más blandas que las cuarcitas y por tanto más fáciles de erosionar.
Una vez abandonamos la cascada iniciamos la ascensión al Ocejón, más de tres horas de continua subida en senda fácil salpicada de pizarras. Atrévense algunos denominar al Ocejón como "cervino manchego" dada la aproximación a la figura geométrica, la pirámide, que representa el citado monte alpino.
Aunque el desnivel ( 800 m.) pueda asustarnos, es una marcha de baja dificultad técnica, tan solo arriesgada durante el invierno por las nieves caídas y existencia de placas de hielo.
Del último tramo nada diremos, porque nada cabal
puede decirse de millones de lajas de pizarra desparramadas al albur por
los hados telúricos... Ya en la cima, divisaremos el caserío
de Majaelrayo y, en la ladera contraria, el de Valverde de los Arroyos;
al noroeste, el entero macizo de Ayllón, señoreado por el
pico del Lobo; en el remoto sur, la capital guadalajareña; y a
poniente, todos los montes madrileños desde Somosierra hasta El
Escorial. Visto lo visto, quizá decidamos que el Ocejón
merece la trepa, por gris y dura que sea.
La vuelta es por el mismo camino.
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