ALTO JORNAL
Dichoso el que un buen día sale humilde
y se va por la calle, como tantos
días más de su vida, y no lo espera
y, de pronto, ¿qué es esto?, mira a lo alto
y ve, pone el oído al mundo y oye,
anda, y siente subirle entre los pasos
el amor de la tierra, y sigue, y abre
su taller verdadero, y en sus manos
brilla limpio su oficio, y nos lo entrega
de corazón porque ama, y va al trabajo
temblando como un niño que comulga
mas sin caber en el pellejo, y cuando
se ha dado cuenta al fin de lo sencillo
que ha sido todo, ya el jornal ganado,
vuelve a su casa alegre y siente que alguien
empuña su aldabón, y no es en vano.
Claudio Rodríguez.
INICIO: La
Cabrera. 1.048 m.
FINALIZACIÓN: Valdemanco.1140
m.
SEÑALIZACIÓN: Distinta..
LONGITUD: 8,62
km.
DURACIÓN
APROXIMADA: 5 horas incluyendo
paradas.
COTA MÁXIMA;
Cancho Gordo: 1563 m
DESNIVEL. 400 M.
Descripción.
Ruta sencilla donde las haya, muy próxima a Madrid, sirvió para dar un pequeño homenaje a dos compañeros, Clodo y Maurino, que osaron cierto día dejar su trabajo para que
ávidos de tiempo puedan gestionar las riquezas y beneficios que acarrea el
merecidísimo ocio. Andarines, montañeros, caminantes, buenos conversadores y
conocedores de los múltiples espacios naturales alejados de la urbe, nos dieron las pistas para
programar esta cálida despedida en uno de los entornos que mejor les
representa.
Iniciose la marcha en el extrarradio de La Cabrera,
justo en una gasolinera próxima a donde muere la antigua nacional, ya camino de
Burgos, ciudad milenaria, de alza elegante y vertebrada por el río Arlanzón.
Ya convertido el asfalto en tierra, distintas trochas nos llevaron a la búsqueda de la cara norte
de tan discreta cordillera, para en poco tiempo, con las dificultades
propias de la orografía, ascender al Pico de la Miel.
Acompañó el día; mostrose generoso en azules, soles y temperaturas, y permitionos realizar reiteradas paradas, salvando tramos
abruptos y rocosos, ditatadas en función de las distintas pruebas a las que fueron
expuestos; pruebas que no hicieron sino dar fe del buen humor que gozan los no atribulados compañeros. Distintas formaciones rocosas y un grupo
de buitres leonados asistieron perplejos a los distintos espectáculos que se
fueron sucediendo en la marcha.
Llegados al collado Alfrecho, como avezados
montañeros, iniciamos la parte más dura
de la ascensión a Cancho Gordo (1563
m.). Ya superada la dificultad de la propia orografía realizamos el suave desdenso que nos acercó a Valdemanco; punto final de la ruta.
Pequeño homenaje a dos compañeros. on PhotoPeach
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