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jueves, 19 de junio de 2025

De visita por Corea del Sur. Seúl.



Sus barrios, palacios y mercados son los principales puntos de interés que pueden motivar una visita a Seúl.



Localizada a unos 50 kilómetros de la frontera con Corea del Norte, Seúl ha sabido renacer de sus cenizas después de su destrucción durante la guerra de Corea, convirtiéndose en una dinámica y moderna ciudad en la que es imposible aburrirse gracias a su extensa oferta cultural y de ocio.

 Palacio de Changdeokgung y su Jardín Secreto



 Changdeokgung era el segundo palacio después de Gyeongbokgung que se había establecido en 1395 como palacio principal. En medio de la lucha por el trono entre príncipes y vasallos, la autoridad de Gyeongbokgung se deterioró. El rey Jeongjong de Joseon entronizado por el príncipe Jeong-an (Yi Bang-won, que más tarde se convirtió en el rey Taejong de Joseon) trasladó la capital a Kaesong, la de la dinastía Koryo, otra vez en 1400 con el pretexto de características geográficas superiores, de hecho fue para evitar la lucha por el poder. El rey Taejong (Yi Bang-won) que pronto asumió el trono, volvió a Hanseong (actual Seúl

) en donde tenía un nuevo palacio nombrado Changdeokgung, en vez del Gyeongbokgung.  Este palacio, a lo largo de su historia ha sido quemado en varias ocasiones.



No has de perder la oportunidad de pasear pos sus maravillosos jardines.



Bukchon Hanok Village

Situado entre los Palacios Reales Gyeongbokgung y Changdokkung, en la zona alta de la ciudad, es uno de los barrios más bonitos que ver en Seúl.
Conocido por sus hanokscasas tradicionales coreanas construidas de barro, piedra, madera, papel de arroz y con los tejados inclinados, este barrio te trasladará 600 años atrás, cuando funcionaba como residencia de altos funcionarios y nobles de la corte de la dinastía Joseon.

Merece la pena acercarse en metro a primera hora de la mañana para poder recorrer el barrio con cierta tranquilidad y poder sacar una foto desde la famosísima calle Bukchon-ro 11-gil, desde donde podrás ver la típica calle rodeada de tejados de casas tradicionales, con las vistas de la ciudad al fondo.
Es muy importante tener en cuenta que este es un barrio residencial y, tal y como indican los numerosos cárteles que te encontrarás en las calles, hay que guardar silencio para no molestar a sus vecinos y sobre todo, no entrar en las propiedades privadas para hacer fotos.

Templo Jogyesa

El Templo Jogyesa, situado muy cerca de Insadong y rodeado de rascacielos, es el templo budista más importante que ver en Seúl, junto a Bongeunsa.



Oasis de paz en medio del caótico tráfico de Seúl, este templo fue construido a finales del siglo XIV y destaca por su amplio patio ajardinado con un pino de más de 500 años de antigüedad y una preciosa acacia de 400 años de edad, además de una pagoda de piedra de 7 pisos que guarda las cenizas del mismo Buda, traídas en el año 1914 por un monje cingalés.

Una vez te descalces, puedes entrar de forma gratuita en el interior del templo, conocido como el Salón del Paraíso, donde se ubican tres importantes figuras de Buda Amitabha doradas.

Palacio Gyeongbokgung



Son muchas las personas que alquilan un hanbok, el traje tradicional coreano que se caracteriza por sus colores llamativos y líneas simples, para hacerse fotos delante del bonito Palacio Gyeongbokgung. Además, hay que tener en cuenta que si vistes el hanbok, una de las muchas tiendas en las que puedes alquilarlo está justo al lado del palacio, tienes la entrada gratuita a todos los palacios reales de Seúl.

Una vez accedas al Palacio Gyeongbokgung, el palacio real más antiguo de Seúl y el principal de la dinastía Joseon, puedes coger una audio-guía en español y acercarte a la puerta Gwanghwamun, donde se realiza un llamativo cambio de guardia a las 10h y las 14h que dura unos 20 minutos.

Después del «espectáculo» puedes acercarte al Geunjeongjeon, la sala principal donde se realizaban las ceremonias y los funcionarios mostraban los informes al rey, para después ir visitando los aposentos de la reina y otros pabellones, hasta terminar en el estanque de flores de loto.

Cheonggyecheon



Este es un paseo por un río artificial -de Cheonggyecheon- que va  desde la plaza Cheonggye hasta el mercado Gwangjang.

Este río que recorre 6 kilómetros del centro de Seúl fue cubierto por una autopista que mejoraba el tráfico pero empeoraba la salud de los habitantes de la ciudad, por lo que se decidió suprimirla y restaurar el río que ya estaba seco algo que, como puedes imaginar, fue todo un acierto.


Después de una inversión millonaria, se ha conseguido un agradable espacio público con vías peatonales que conectan ambas orillas del río y espacios verdes perfectos para pasear, practicar deporte o hacer un picnic. Nosotros recorrimos varios tramos y sin duda, es una de las experiencias más agradables que nos llevamos de la ciudad.

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