¿Amas la vida? Pues si amas la vida no malgastes el tiempo, porque el tiempo es el bien del que está hecha la vida (Benjamin Franklin)

En día otoñal soleado con temperaturas bajas pero agradables para caminar, y con la primera gran nevada en este próximo final de otoño, asistimos a una bella caminata por la sierra madrileña con el paisaje nevado. La idea inicial era hacer una marcha de 19 km, pero la abundante nevada hizo que abortásemos la aventura a tres km del final, como decía Alicia en el País de las Maravillas...“Si no sabes dónde vas, cualquier camino te llevará allí.”.. lo importante y la belleza estaba en el camino no en la meta.
La ruta no tiene pérdida pues es seguir las marcas blancas y
amarillas del PR-10, a la vez que está marcada todo el rato también
con hitos RV4.
Si
seguimos el camino hacia la vertiente segoviana llegaremos a la
Granja.
Peñalara la tenemos a 7 km, que si pensamos que nos queda por el mismo camino la vuelta 10 km, te dan ganas de volver por Peñalara, seguir la cuerda hasta la laguna de los pájaros. Eso sí, teniendo en Cotos un vehículo que te devuelva a Rascafría. O para los mas valientes bajar a Rascafría desde Cotos por el Palero, pero lo dicho para valientes...
Peñalara la tenemos a 7 km, que si pensamos que nos queda por el mismo camino la vuelta 10 km, te dan ganas de volver por Peñalara, seguir la cuerda hasta la laguna de los pájaros. Eso sí, teniendo en Cotos un vehículo que te devuelva a Rascafría. O para los mas valientes bajar a Rascafría desde Cotos por el Palero, pero lo dicho para valientes...
No
está claro si fue por exceso de trabajo o porque le desbordó aquel
encargo, pero el caso es que Juan Guas no podía cumplir con el
compromiso de terminar la catedral de Segovia. Tanto se demoraba que
le llegaron noticias del disgusto que cogió el mismísimo Carlos V.
Agobiado, al arquitecto no se le ocurrió otra cosa que venderle
su alma al diablo con tal de cumplir el último plazo.
Satanás
no despreció el ofrecimiento y se metió en faena. De manera
sobrenatural, no podía ser de otra forma, a partir de aquel momento
el templo empezó a crecer a velocidad de vértigo. Y aunque
sobrenatural, Lucifer, tuvo que recurrir a las terrenales canteras de
Colmenar Viejo, conocidas por la calidad de su piedra.
Carro
tras carro, cargados
hasta los topes cruzaban la sierra por el puerto del Reventón, el
camino entonces más recorrido, para concluir el trato. La catedral
tomó forma y sólo quedaba por concluir la segunda torre cuando,
sintiéndose a salvo frente al emperador, Guas rompió el compromiso
para salvarse también de Belcebú.
Se
desconoce porqué el diablo no exigió a aquel hombre el cumplimiento
del acuerdo, lo que asegura la leyenda es que agarró un cabreo tan
monumental que él también deshizo el trato, convirtiendo
en roca el último carro que llevaba el material a Segovia. De
esta manera, una de las torres de la catedral segoviana tiene menor
altura que la otra.
Desnivel
880 metros./ Ascendimos 539.
Rascafría
1200. Puerto del Reventón 2079.
3
horas de subida y 2 de bajada.
Dificultad:
Fácil.
Material:
Senderismo.
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