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sábado, 27 de diciembre de 2014

Canencia. Ni rastro de Rufus.

"El frío entra de repente , entre navidad y los inocentes: Santos Inocentes ni des ni prestes".
Aprovechando una clara mañana, huyendo de ruidos y contaminaciones varias, atacado me dio por acercarme al lugar de autos, con el único interés, aparte de interesarme por su estado,  de felicitar a Rufus la recién pasada pascua de Navidad. Rufus es el nombre con que bautizamos a un perro negro, pastor portugués, en apariencia abandonado,  que hace un mes aproximadamente, gratamente nos acompañó en una cálida tarde de noviembre cuando subimos a Canencia en busca de los muy apreciados níscalos. En el ascenso a Canencia la autoridad de tráfico rodado de vías urbanas e interurbanas, nada más pasar la rotonda siguiente a la cárcel de Soto, con brazos caídos apoyados en el oportuno cinturón - asemejábanse a sheriffs del antiguo oeste, hicieron notorias indicaciones para que detuviera mi vehículo. Yo, siempre obediente, reduje la velocidad y detuve el vehículo como corresponde. Una de las autoridades,  a la vez que me saludó con la distancia propia que establecen las jerarquías, solicitó en claro castellano la documentación del vehículo , mientras, el otro número ( según rezaba en la casaca verde que vestía ) de una bolsa de plástico extrajo un  mísero adminículo, también de plástico, el cual  me ofreció para que lo extrajera de la bolsa que lo ocultaba. Vime en la obligación de advertir al agente, que para qué íbamos hacer un gasto innecesario - proveniente de las  depauperadas arcas públicas - cuando de un café con leche y dos tostadas pocas conclusiones íbamos a extraer. Se ofendió la autoridad y con  gesto distante inquirió; por favor abra la bolsa y chupe; una vez más, vime obligado a corregir nuevamente al agente .. ¿chupe?, más bien será sople - dije yo - ; el agente , entonces, volvió a la carga con contundencia; si usted sigue en esta línea incurrirá en desacato, a lo que inmediatamente respondí: por favor agente; no se moleste que yo soy más de cato, que desacato; en serio ...que yo soy mas de cato. En tales circunstancias, y con la que podía caer, hice lo que se me solicitó y no habiendo lugar a dudas tras los correspondientes soplidos y resoplidos, dejaronme marchar en busca de Rufus.
Llegado al lugar de autos, Canencia,  peinada la zona, no descubrí señal alguna ni rastro del cánido.  e

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