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lunes, 28 de octubre de 2013

Finales de octubre ..... es otoño.




Recuerda el campo, el río, la montaña y la luz de tardíos amaneceres y tempranos atardeceres que estamos llegando al cénit del otoño. Cada mañana se viste embriagado en colores y no esconde su magestuoso porte; es la mágia  de la estación convertida en verso.
 
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.

“El otoño se acerca"  Ángel González.

LLegó San Crisanto (25 de octubre), el refranero castellano cita "Por San Crisanto, las moscas al camposanto"; se aventuran tiempos de frio y escarcha, en nada quebrarán de sus ramas las hojas y desnudos los árboles encontrarán el invierno.




viernes, 18 de octubre de 2013

Primeras heladas....

Pasó el Pilar, " Si quieres tener un buen habar, siémbralo por el Pilar, y llega Santa Teresa (15 de septiembre), Con la Santa llegaron las primeras  heladas en las tierras castellanas, “Por Santa Teresa ya verás la cebolla tiesa”, se cita en el refranero castellano; el refrán advierte que es hora de recolectar en la huerta las cebollas, porque de no ser así,sufrirán las heladas de este otoño que avanza inexorablemente. Vencida la primera quincena,  llega el 16 de octubre, San Galo. "Cuando de San Galo llega la hora, la vaca en el establo mora".. en este 2013 la vaca, muy animosa, permanece en las laderas de las montañas del sistema central aprovechando la frescura de las hierbas recién nacidas tras las lluvias venidas en octubre, gozando de las plácidas temperaturas del mediodía. 


sábado, 12 de octubre de 2013

FRUTOS DE OTOÑO....






El 4 de octubre se celebró la fiesta de San Francisco de Asís. Esta fecha suele acompañarse con importantes bajadas de temperatura, o fenómenos atmosféricos singulares. Existe una leyenda  “un gran fogonazo atraviesa el cielo, el trueno es impresionante… parece que la tierra se desquebrajase y hace acto de presencia la lluvia". Se alude al cordonazo de San Francisco.
Se cuenta que cuando el diablo venía a lastimar a San Francisco, el santo se deshacía de él fustigando el aire con el cordón que llevaba atado a la cintura. Al hacer ese gesto, en el cielo se organizaba una enorme tormenta de rayos y truenos que hacían huir al demonio.
Dícese que a este cordonazo lo temen los pescadores y los marineros , "cuando San Francisco saca el cordón, el mar se pone en marejada, unos años sí y otros no,  pero más años sí que no". Pues este año toca cordón. Se dice que San Francisco come por tres, cuando llueve, come por nueve, cuando nieva, come que quema, y cuando hace buen tiempo (cuando San Miguel se cuela) saca los dientes.
Muchos frutos, en este momento, llegan a su plenitud.



viernes, 11 de octubre de 2013

Quitameriendas.





Pasó San Mateo (23 de septiembre); “Tanto veo como no veo” dice el refranero, y  llegó San Miguel ( 29 de septiembre) “la otoñada verdadera, por San Miguel la primera”, se hacen evidentes las caídas de temperaturas, sobre todo en las cada vez más largas noches, los termómetros se derrumban y la frescura de las mañanas otoñales llama al abrigo.



El Campo en estas fechas se inunda de “quitameriendas”; El Quitameriendas (Colchicum montanum), pequeña planta endémica de la península Ibérica, que nace en los suelos arenosos, y en otoño, tras una bella floración a ras de suelo, se provee de unas hojas que mantiene verdes hasta la primavera, desapareciendo en verano.
 Su simpático nombre se debe al momento de su floración, la planta aparece cuando los días se iban acortando y las tareas de recolección se daban por finalizadas, por lo que los agricultores volvían antes a casa y ya no era necesario llevarse la merienda que se tomaba a media tarde.
Esta planta tiene alcaloides (los cuales producen una acción fisiológica intensa en los animales, incluso en dosis bajas, con efectos negativos sobre el sistema nervioso) por lo que mantiene alejados a los herbívoros.


Miguel de Unamuno (1864-1936, escritor y filósofo español), cantó en uno de sus poemas a esta pequeña florecilla de color lila:
Ay aquel quitameriendas
de los campos de Castilla
pura flor, sin tallo ni hojas
nunca al ojal sometida.
Endeble cáliz que rompe
la más apretada arcilla
sólo porque de continuo
empuja…fuerza infinita!
Flor solitaria sin tallo
ni otro apoyo que si misma
flor de páramo bendito
misteriosa villorita
flor de entrañable raigambre
toda tierra maravilla
de tenacidad paciente
de soledad contenida;
flor de los campos ceñudos
flor de la eras batidas
ay aquel
quitameriendas
de mi tierra salmantina