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viernes, 7 de junio de 2013

Circular paseo por Jardín Peña Sirio y Pradera del Yelmo.





 "Hay quienes piensan que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse."

  En este singular paseo tuvimos la oportunidad de acercarnos a un risco de la Pedriza,  que recuerda los amores frustrados entre la hija de un rico árabe y un cristiano.

Datos técnicos.

Situación. Canto Cochino (Manzanares el Real, Madrid).
Cómo llegar. Desde Madrid por carretera M 607. Colmenar a Manzanares el Real.
Longitud: 9 km.
Altitud máxima: 1656
Altitud mínima. 1025
Desnivel: 650 metros, Acumulado 950 m.
Dificultad: Ruta con algunas dificultades técnicas; discurre por sendas, campo a través y caminos. En general, de orografía muy irregular. No apta para ir en playeras, chanclas, zapatillas ni zapatos de medio o bajo tacón.
Iniciamos la marcha, aventura, en un día muy apto para caminar con temperatura agradable; ante nosotros estaba un paisaje primaveral; generosidad de un mayo frío y húmedo.
Una vez cruzado el río, iniciamos una subida de notoria complejidad y escasa en referencias; los presagios de posible pérdida mostrarónse ante nosotros en no más de un par de ocasiones. El sendero, trocha, 
perdíase con frecuencia y únicamente ciertas referencias orográficas hicieron que nuestro camino fuese teniendo sentido. La referencia de la Cueva de la Mora estuvo presente en este incio de marcha (Atendiendo a la leyenda, un rico nabad árabe encerró a su hija mora (de exquisita belleza) en la Cueva por  cuestiones propias de  la juventud, "Boda y mortaja del cielo baja" dice el refranero castellano.."Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como a pagar el fuego del amor con palabras" se atribuye a W.Shakespeare...Enamorose  ciegamente la hija del rico susodicho con un jovenzuelo apuesto y dicharachero que profesaba religión diferente a la suya;  la religión católica; Observando que las cuestiones  de tal enloquecimiento no hacían sino crecer.. el padre,  con los principios muy claros en lo que se refiere a la mezcla de las religiones, retiró a la moza de la circulación temporalmente pensando que tal estado iba a ir desapareciendo sin más. Se dice que penó mas de varias docenas de noches con sus respectivos días en tan singular espacio...incrementose su pena hasta el extremo que, no curada de los males de juventud,  decidió con el paso del tiempo entregar su alma a Alá. Cuentan que aún vaga el espíritu de la zagala por llambrias y canchales en pos de cualquier incauto cristiano que le recuerde a su enamorado).
Tras superar Peña Sirio, llegamos a un lugar de desmesurada belleza, atiende a jardín,  pues son varias las especies vegetales que allí habitan. Detenemos en reiteradas ocasiones la mirada ante tal belleza natural y continuamo por el Hueco de las Hoces, con un camino más marcado (marcas violestas (de algún generoso caminante) hasta llegar a Peña del Yelmo en su cara sur.
Para desde allí, una vez repuestas las fuerzas tomar camino de vuelta hasta Canto Cochino lugar de inicio de la marcha.

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