Chorros del Manzanares.

Chorros del Manzanares., un álbum en Flickr.
" Y si protesta el corazon, en la farmacia puedes preguntar, ¿tienes pastillas para no soñar?"
Sabina.

Inimaginable e impensable se ofrece ante nuestra cándida mirada este río, próximo al lugar del alumbramiento,  y cómo en su tierna juventud se despeña bravío, en sucesión reiterada de saltos, que será el mismo que 40 km más abajo descansará plácido y mortecino en el paso por la capital.

Limpias y cristalinas se observan sus aguas; de vez en cuando, se remansa tranquilo en zonas abiertas lo que provoca que absortos los caminantes permanezcan impasibles ante los múltiples encantos.

Históricamente, despertó burlas y quejas por su condición de río menor, llegando inclusive el conceptual Quevedo a definirlo como “aprendiz de río”.

 De charcas apetecibles, gargantas abiertas en la roca, y algún chorro espectacular fuimos testigos en esta apetecible excursión en este espacio protegido.

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