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lunes, 12 de abril de 2010

ASCENSIÓN AL OCEJÓN.

"Un hombre orgulloso siempre mira para abajo y ,claro, si miras para abajo no puedes ver lo que tienes por encima". C.S.Lewis.


Datos técnicos
  • Punto de partida: Valverde de los Arroyos
  • Punto de finalización: Valverde de los Arroyos
  • Tipo de marcha: Ida y vuelta
  • Tipo de camino: Senda
  • Distancia total: 14 km.
  • Duración total aproximada: 5 horas
  • Desnivel. 794
  • Dificultad. Media.


El Ocejón es uno de los picos más emblemáticos de la sierra de Ayllón en el sistema central. Pertenece a la sierra del Ocejón, estribación al sur de la sierra de Ayllón, por lo que lo hacen idóneo como mirador del resto del enclave montañoso.

Es la montaña más conocida de Guadalajara; su popularidad se debe sobre todo al perfil de pirámide que se aprecia desde Guadalajara; cara sur de la montaña.

Una vez en el pueblo, pasando por la plaza y siguiendo por la calle que sube hacia la derecha, llegamos al campo de fútbol. Tras la portería, sale un sendero que en aproximadamente veinte minutos nos lleva a las CHORRERAS DE DESPEÑAELAGUA. Pocos sitios hay donde se puede apreciar más vida que en el curso alto de un río. Más aún si este, como es el caso del Sorbe, se nutre con un salto de agua al vacio de 120 metros, para acabar estampándose contra las piedras que recubren las faldas del Pico Ocejón. Con el deshielo de este año 2010, una fuerte hemorragia de agua emana de la pared pétrea que llega a embriagar a todo visitante que acude a tal espectáculo.

Retrocedemos unos metros por la senda andada y tomamos, en apenas doscientos metros, una senda a la izquierda que, con un esfuerzo prolongado, en dos horas y media nos llevará tras varios pasos y sendas hasta llegar a la Loma de la Pineda, y desde aquí loma arriba hasta el Ocejoncillo y más tarde el Ocejón.

Las vistas y panorámicas que se divisan a lo largo del camino y sobre todo desde la cima es un aliciente más a una dura ascensión.

Los tres hermanos envidiosos

La leyenda cuenta que el Señor y brujo de una tribu prerromana, poseedor de riquezas y de un extenso territorio entre las tierras de lo que hoy son las provincias de Zaragoza, Soria y Guadalajara enviudó y tuvo que hacerse cargo de sus tres hijos, que se llevaban muy mal, guiados por la envidia y la codicia por conseguir la herencia de su padre. Las duras peleas entre los hijos iban siendo cada vez más frecuentes, hasta que el padre, harto de las riñas entre sus hijos, decidió cargarles una maldición eterna de tal manera que pudieran verse pero no hablarse, convirtiéndoles así en tres altas montañas que situaría a cada extremo del territorio para que sirviera de ejemplo para tribus cercanas: el mayor,Moncayo; el mediano, Ocejón, y el pequeño, Alto Rey. Mucho tiempo después, un niño subió al Alto Rey, el menor de los tres hermanos, y pudo contemplar la vergüenza con la que se mostraban los hermanos.